Mentiras

My Story Time:

Ay, besties, les voy a contar lo que me pasó el otro día y no mamen, todavía no lo puedo creer.

Resulta que llegué temprano a la casa porque me cancelaron la clase, y cuando entro, escucho unos gemidos bien sospechosos subiendo del cuarto de mis jefes. Obvio me dió morbo y me acerqué calladita, pero cuando abrí la puerta… PINCHE ESCENA ICÓNICA.

Mi mamá estaba ahí, sudada como si hubiera corrido un maratón, tapada hasta el cuello con una sábana, y el vecino (el guapo, el que siempre anda en el gym) también todo mojado y rojo como tomate. Y ella, toda paniqueada, me suelta: "Ah, mija, estábamos haciendo… ejercicio."

JAJAJA, NO MAMES. Ejercicio mi culo. Porque el cabrón tenía la verga dura y se le notaba todo a través del short, y mi mamá ni disimulaba que traía las piernas temblando.

Yo, toda shockeada, les dije: "Ay, sí, ¿y el ejercicio incluye que traigas la lengua en su cuello?" Porque, neta, el vato tenía marcas de labial. Mi jefecita se puso roja como chile y el vecino nomás se rió, todo confianzudo, y me dijo: "Pues si quieres, te enseño la rutina."

Y PUES… ¿Qué creen? Me quedé. 😈🔞

(Pero eso ya es historia para otro post, besties. 😏).

TL;DR: Mi mamá se cogía al vecino y dijo que era ejercicio. Spoiler: no era ejercicio. 💀🔥